Las gaviotas, esas hermosas aves de plumaje blanco y gris, son mucho más que meros símbolos de playas y océanos. Su presencia es esencial para el equilibrio ecológico de los ecosistemas marinos. Su esperanza de vida es de aproximadamente cuarenta y nueve años.
Las gaviotas pertenecen a la familia Laridae, que está formada por diez géneros, y cincuenta y seis especies.
Son aves de un tamaño considerable, que van mutando del color grisaceo al blanco a medida que se hacen adultas. Es frecuente también que tengan mancha negras en las alas o en la cabeza. Las especies de mayor tamaño no alcanzarán el plumaje adulto completo hasta alrededor de los cuatro años, mientras que las especies más pequeñas tardarán la mitad.
El pico de las gaviotas es largo y fuerte, y sus pies son palmeados. Son mayoritariamente omnivoras, se alimentan de peces pequeños, cangrejos, roedores, camarones, vegetales, insectos e incluso de huevos y crías de otras aves.
Suelen vivir cerca de las zonas costeras, acostumbradas como están a convivir con el ser humano, aunque algunas especies se han desplazado al interior y se las puede ver en los alrededores de embalses, lagunas y lagos. Cuando esto ocurre, alteran la vida de los pájaros de la zona e incluso pueden propiciar su huída.
Vida social y reproducción de las gaviotas
No son aves solitarias, acostumbran a establecerse en grandes grupos y se defienden con valentía, atacando a los predadores o intrusos que accedan a su territorio.
Las gaviotas son monógamas, mantienen la misma pareja durante toda la vida, aunque no permanecen juntas todo el año. Se separan y en la época de reproducción se vuelven a encontrar en el mismo lugar donde anidaron el año anterior.
La puesta consta de dos a cuatro huevos, que suele incubar la hembra durante cerca de un mes. A los pocos días de nacer, los polluelos salen del nido y buscan un refugio cercano, siempre vigilados y acompañados por los padres, que se encargan de su alimentación.
Especies de gaviotas
La gaviota y los mormones
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocida como Iglesia de los Mormones, considera a la gaviota un animal sagrado.
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