Los osos negros son muy adaptables. Habitan en
Canadá, Estados Unidos y en algunas zonas de México. Se encuentran cómodos,
tanto en zonas de vegetación espesa como en arboledas menos densas. Pueden
llegar a vivir hasta treinta y cinco años, y son excelentes nadadores.
A pesar de su nombre, no siempre son negros,
también hay ejemplares marrones, grises, negro azulados, color canela y
blancos, aunque estos últimos son muy escasos.
Los osos que habitan en zonas pantanosas,
acostumbran a buscar refugio en lo alto
de los árboles, ya que son agiles trepadores. Sin embargo, los osos que viven en
lugares más secos buscarán una guarida bajo tierra, en la que puedan permanecer
los meses invernales. Tienen los sentidos del oído, la vista y el olfato muy
desarrollados. Son plantígrados y pueden erguirse sobre sus dos patas traseras.
La dieta del oso negro se compone de hojas, ciervos
y alces jóvenes, insectos, pescado, frutos secos, miel, raíces y frutas, y
ocasionalmente de carroña. En ocasiones, estos animales pueden ocupar comiendo
hasta doce horas diarias. Un macho puede llegar hasta los 400 kg de peso y una
hembra hasta los 190.
Reproducción del oso negro
La hembra de oso negro puede tener su primera
camada entre los dos años y los seis años de edad. El periodo de gestación es de alrededor de ocho meses. Nacerán entre uno
y seis oseznos, que se quedarán junto a su madre hasta que tengan poco más de
año y medio. Los pequeños llegan al mundo ciegos, sordos y sin pelo.
Estos animales viven preferentemente de día y
son solitarios, excepto en los periodos de reproducción.
El oso negro goza de buena salud y está ampliamente
distribuido. Sus más importantes amenazas son la caza furtiva, los atropellos y
la destrucción de su hábitat natural.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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